El mamarracho (por la metodología empleada) de la
Inflación Congreso se levanta hasta el 30,78% anual (ver)
Mientras que el INDEC al publicar su flamante IPC
nacional urbano, dice que la misma es de 3,7% mensual, pero no ha publicado el
equivalente anual ya que se tomó como período base el último trimestre de 2013.
No sé si en los próximos días lo publicará, pero me surge la pregunta si la
ausencia de un número anual es intencional con miras a los cercanos acuerdos
salariales, quizá tenga que ver con el pedido del Ministro de Economía de aguardar a que se aquieten las aguas para comenzar a hablar de paritarias, si tomamos los últimos datos mensuales de la inflación el dato
anual ascendería a 13,5%, pero si lo correcto es tomar sólo el dato de enero
porque la composición de la canasta es distinta, la tasa anual equivalente de
un 3,7 mensual nos da 54,6% (si todos los meses hasta fin de año los precios
aumentan en 3,7), demasiado elevada si se tiene en cuenta que enero suele ser
el mes de mayor aumento de precios (al menos en los últimos años) y si es que no se produce una nueva
devaluación de importancia.
Por su parte el IPCDR comienza el 2014 con un espectacular
ascenso al 28,795% anual, récord en mis mediciones desde 2010. Los mayores
aumentos entre ene-14 y ene-13 los he registrado en Limpieza y Perfumería (41,66%),
Servicios e Impuestos (49,46%), y Construcción (44,56%). Este último es el principal
impulsor en el índice familiar (representa el 39,8% del gasto total) y siempre
en los meses que hemos invertido en la vivienda (como en los casos de principio
de 2012, mediados de 2012 y mayo, junio y julio de 2013), al registrar nuevos
precios, el índice ha dado un salto hacia arriba, pero nunca de magnitud tan
importante como en el último mes.
A continuación muestro las series comparadas desde
dic-11, se observa cómo a partir de mayo pasado el IPCDR se despega de la
estimación oficial y se acerca a las alternativas.
Si los acuerdos de precio impulsados por el
gobierno hubieran sido en algo efectivos en cuanto a expectativas de
estabilidad, seguramente los últimos manejos de la política cambiaria las deben
haber echado por tierra.
En cuanto a la canasta básica de alimentos (CBA),
la medición propia muestra también un incremento significativo, de un 32,19%
respecto a enero del año anterior. (Azul: CBADR con sus máximo y mínimo en
línea punteada, Rojo: INDEC, Verde: IBP o índice barrial de precios del Cippes
empalmado con las series del Defensor del Pueblo de Córdoba).
Los mayores aumentos anuales los he registrado en
los rubros Té (161%), Harina de Trigo (210%) y FIdeos (156%). La CBA de un
adulto ascendió a $596,09 por lo que se redujo en 2,81% en relación al mes
anterior debido a la disminución del pan (-32%) y la papa (-12%), por lo que
una familia compuesta por un matrimonio tradicional y dos hijos necesitó $1841,91
en enero último para no ser pobre ($14,85 por día por persona).
El año comienza con malas señales en materia de
inflación, en primer lugar un golpe devaluatorio que el gobierno intenta
disfrazar y justificar como medida popular, en beneficio de los que menos
tienen, pero que para cualquier teoría económica de precios el impacto sobre la
inflación es un hecho y en última instancia el mayor costo recae sobre la clase
trabajadora. Es verdad que el impacto no es lineal, como lo han dicho algunos
funcionarios del gobierno nacional, pero a esto hay que agregarle el golpe de
las malas expectativas que la política genera en sus marchas y contramarchas,
dichos y desdichos, fortalecido por la concentración del mercado en sectores
clave. Casi todos los días el Jefe de Ministros nos explica en conferencia de
prensa todas las maniobras especulativas de los hombres de negocios, pero ese
comportamiento no se produce porque tenemos este gobierno, no es de ahora, es
habitual en los agentes económicos que tienen el suficiente poder para influir
en los resultados económicos, pero es función del gobierno regular en pos de
los objetivos nacionales y no simplemente acusar a los “malos argentinos” que
no quieren conformar la tan soñada burguesía nacional, el instrumento de
gobierno es la regulación y no el llanto, el pataleo y las acusaciones públicas.
Por otro lado se deben tener en cuenta las
paritarias, parece que el gobierno de Córdoba (ver) está ofreciendo un incremento anual del 30% a los
trabajadores, quienes reclaman como piso un 33% acorde al aumento otorgado a la fuerza
policial en diciembre pasado. Los porcentajes son un tanto mayores a los
pautados el año pasado y eso es mala noticia, puesto que le da peso al espiral
inflacionario.
Algunos gobernadores se
reúnen para establecer un tope (ver) del
25%, otros reflotan la idea del pacto social (ver), es
el camino si se quiere hacer algo para controlar la inflación, los convenios
colectivos de trabajo, sumado a la regulación de los mercados concentrados con formadores de precios.El gobierno ha elegido aplicar una política monetaria contractiva aumentando la tasa de interés y vendiendo bonos (ver), eso sí que es atacar el problema en forma ortodoxa por el lado del ajuste y el enfriamiento de la economía, parece que esta vez buscaron la solución en el manual monetarista, Milton Friedman les dio la recomendación de política.