viernes, 14 de febrero de 2014

El debut del IPCNU y el manual monetarista

Para las estimaciones privadas de PriceStats e InflaciónVerdadera la inflación anual es de 25,756%.
El mamarracho (por la metodología empleada) de la Inflación Congreso se levanta hasta el 30,78% anual (ver)
Mientras que el INDEC al publicar su flamante IPC nacional urbano, dice que la misma es de 3,7% mensual, pero no ha publicado el equivalente anual ya que se tomó como período base el último trimestre de 2013. No sé si en los próximos días lo publicará, pero me surge la pregunta si la ausencia de un número anual es intencional con miras a los cercanos acuerdos salariales, quizá tenga que ver con el pedido del Ministro de Economía de aguardar a que se aquieten las aguas para comenzar a hablar de paritarias, si tomamos los últimos datos mensuales de la inflación el dato anual ascendería a 13,5%, pero si lo correcto es tomar sólo el dato de enero porque la composición de la canasta es distinta, la tasa anual equivalente de un 3,7 mensual nos da 54,6% (si todos los meses hasta fin de año los precios aumentan en 3,7), demasiado elevada si se tiene en cuenta que enero suele ser el mes de mayor aumento de precios (al menos en los últimos años) y si es que no se produce una nueva devaluación de importancia.
Por su parte el IPCDR comienza el 2014 con un espectacular ascenso al 28,795% anual, récord en mis mediciones desde 2010. Los mayores aumentos entre ene-14 y ene-13 los he registrado en Limpieza y Perfumería (41,66%), Servicios e Impuestos (49,46%), y Construcción (44,56%). Este último es el principal impulsor en el índice familiar (representa el 39,8% del gasto total) y siempre en los meses que hemos invertido en la vivienda (como en los casos de principio de 2012, mediados de 2012 y mayo, junio y julio de 2013), al registrar nuevos precios, el índice ha dado un salto hacia arriba, pero nunca de magnitud tan importante como en el último mes.
A continuación muestro las series comparadas desde dic-11, se observa cómo a partir de mayo pasado el IPCDR se despega de la estimación oficial y se acerca a las alternativas.

Si los acuerdos de precio impulsados por el gobierno hubieran sido en algo efectivos en cuanto a expectativas de estabilidad, seguramente los últimos manejos de la política cambiaria las deben haber echado por tierra.
En cuanto a la canasta básica de alimentos (CBA), la medición propia muestra también un incremento significativo, de un 32,19% respecto a enero del año anterior. (Azul: CBADR con sus máximo y mínimo en línea punteada, Rojo: INDEC, Verde: IBP o índice barrial de precios del Cippes empalmado con las series del Defensor del Pueblo de Córdoba).

Los mayores aumentos anuales los he registrado en los rubros Té (161%), Harina de Trigo (210%) y FIdeos (156%). La CBA de un adulto ascendió a $596,09 por lo que se redujo en 2,81% en relación al mes anterior debido a la disminución del pan (-32%) y la papa (-12%), por lo que una familia compuesta por un matrimonio tradicional y dos hijos necesitó $1841,91 en enero último para no ser pobre ($14,85 por día por persona).
El año comienza con malas señales en materia de inflación, en primer lugar un golpe devaluatorio que el gobierno intenta disfrazar y justificar como medida popular, en beneficio de los que menos tienen, pero que para cualquier teoría económica de precios el impacto sobre la inflación es un hecho y en última instancia el mayor costo recae sobre la clase trabajadora. Es verdad que el impacto no es lineal, como lo han dicho algunos funcionarios del gobierno nacional, pero a esto hay que agregarle el golpe de las malas expectativas que la política genera en sus marchas y contramarchas, dichos y desdichos, fortalecido por la concentración del mercado en sectores clave. Casi todos los días el Jefe de Ministros nos explica en conferencia de prensa todas las maniobras especulativas de los hombres de negocios, pero ese comportamiento no se produce porque tenemos este gobierno, no es de ahora, es habitual en los agentes económicos que tienen el suficiente poder para influir en los resultados económicos, pero es función del gobierno regular en pos de los objetivos nacionales y no simplemente acusar a los “malos argentinos” que no quieren conformar la tan soñada burguesía nacional, el instrumento de gobierno es la regulación y no el llanto, el pataleo y las acusaciones públicas.
Por otro lado se deben tener en cuenta las paritarias, parece que el gobierno de Córdoba (ver) está ofreciendo un incremento anual del 30% a los trabajadores, quienes reclaman como piso un 33% acorde al aumento otorgado a la fuerza policial en diciembre pasado. Los porcentajes son un tanto mayores a los pautados el año pasado y eso es mala noticia, puesto que le da peso al espiral inflacionario.
Algunos gobernadores se reúnen para establecer un tope (ver) del 25%, otros reflotan la idea del pacto social (ver), es el camino si se quiere hacer algo para controlar la inflación, los convenios colectivos de trabajo, sumado a la regulación de los mercados concentrados con formadores de precios.
El gobierno ha elegido aplicar una política monetaria contractiva aumentando la tasa de interés y vendiendo bonos (ver), eso sí que es atacar el problema en forma ortodoxa por el lado del ajuste y el enfriamiento de la economía, parece que esta vez buscaron la solución en el manual monetarista, Milton Friedman les dio la recomendación de política.

Datos personales

Córdoba, Argentina
Licenciado en Economía. Desempeño tareas de docencia, extensión e investigación en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba