miércoles, 13 de julio de 2016

Son campanas de palo las razones de los pobres

Para Inflación_Verdadera (PRICESTATS) la inflación anual hasta el 27 de junio se ubicó en 37,05%.
Para el INDEC la inflación mensual en junio fue de 3,1% (ver), aún sin dato anual.
La inflación Congreso alcanzó el 45,3% anual y ya acumula 27,1% en lo que va del año (ver).
Por su parte, el IPCDR aumentó en 3,161% mensual (29,53% acumulado en el primer semestre del año), alcanzando un 41,67% anual. Los mayores aumentos entre jun-16 y jun-15 los he registrado en Recreación y turismo (196,41 %), Fiambrería (173,28%) y Almacén (97,71%).
A continuación muestro las series comparadas desde dic-12. Donde quedan claros los golpes inflacionarios que significaron: la importante devaluación de enero de 2014 y el proceso devaluatorio que comenzó en diciembre último.

En cuanto a la canasta básica de alimentos (CBA), la medición propia muestra un incremento de 45% respecto a junio del año anterior. La CBA de un adulto (representativo) ascendió a $1.199,07 por lo que aumentó en 9,98% en junio respecto a mayo, es decir que una familia compuesta por un matrimonio “tradicional” y dos hijos necesitó $3.705,11 en el pasado mes para no ser indigente ($29,88 por día por persona). Para las estimaciones del Defensor del Pueblo de Córdoba la CBA ascendió a $1.528,81 por lo que aumentó respecto al mes anterior en 3,49%, totalizando un incremento entre jun-16 y jun-15 del 45,46% (Azul: CBADR, Rojo: INDEC, Verde: Defensor del Pueblo de Córdoba). Para tener la estimación oficial habrá que esperar a septiembre, según informó Todesca en nota periodística (ver).
Los mayores aumentos anuales los he registrado en los rubros Batata (135%), Papa (107%), Galletas dulces (100%) y Yerba (98%). A continuación, las variaciones interanuales. En términos generales, las estimaciones propias se asemejan bastante a las del Defensor del Pueblo de Córdoba.
¿En qué quedó la meta de inflación anual?
Tal como adelantan la estimación propia y algunas estimaciones alternativas, la inflación acumulada hasta junio supera el 25%. Como ya no se cumple la meta del BCRA para este año y el porcentaje que el ministro de Hacienda aseguró en NY como previsión para 2016 (ver), es que ahora se aplaza la meta para marzo de 2017 (ver). Un fuerte cuestionamiento ya ha sido expresado por algunos analistas, como Andrés Asiain en periodístico de C5N: si pensamos un poco en lo que se ha hecho, damos cuenta que a diciembre del año pasado con una inflación de 25% nos decían, quienes asumían la gestión del gobierno nacional, que era el peor flagelo que podía sufrir la población. Ahora, con su política en funcionamiento, vamos a festejar que baje la inflación a 25% con suerte a marzo del año próximo, pero con una redistribución más regresiva del ingreso y con graves problemas de crecimiento. Más aún, sin haber modificado la estructura productiva, dándole más poder a los que ya lo tienen, y sin haber hecho crecer casi en nada aquellas limitadas reservas que el BCRA acumulaba en diciembre.
¿Qué hay para festejar entonces?
En NY, Prat Gay aseguró haber completado el “trabajo sucio”. Cual sicario que se jacta ante sus jefes, haber sido autor material de lo encomendado. Pero, ¿de qué se trata el trabajo sucio? Como vemos a lo largo del semestre, lo que ha ocurrido es una importante redistribución del ingreso a favor del sector financiero, internacional y concentrado del capital. Lo que en teoría debe ocurrir (siguiendo la teoría de quienes nos gobiernan), es que, al disciplinar a la clase trabajadora y reducir el costo laboral, sumado a ciertos beneficios fiscales y libertades para asegurar rentabilidad, se crearía el “clima” para que las inversiones empiecen a apuntalar la actividad y volver a la senda de crecimiento. Pero esto es más de la teoría del derrame: tratando bien a los de arriba, pronto derramarán bonanza a los de abajo. Por lo que seguro habrá quienes festejan, aquellos grupos alineados con la coalición en el poder.
Los grandes capitales representados en el poder político
Ya hemos sido testigos de los beneficios a los sectores concentrados exportadores de recursos naturales. Pero ante el conflicto del “tarifazo” en los servicios públicos, queda claro a favor de quién juega la coalición en el poder. No sólo que las medidas en el sector son ejecutadas por el Ministro de Energía, ex CEO de Shell y actual accionista del gigante petrolero. Sino que, ante las medidas cautelares que frenaron los aumentos, el presidente del senado Federico Pinedo expresó: la población lo tendrá que pagar de alguna manera, si no es con la tarifa será con inflación o con impuestos. Pero de todas formas, será el usuario trabajador el que se hará cargo del costo, y se asegurará a las empresas la rentabilidad que ellas quieren.
¿Qué opción para las organizaciones populares?
Michal Kalecki, en su libro de 1943: Political Aspects of Full Employment, decía que los gobiernos ideológicamente más a la izquierda prefieren bajo desempleo y los ideológicamente más a la derecha buscan baja inflación. Otros autores han intentado complejizar la idea de la relación entre el poder político y el poder económico. Pero queda claro que las políticas de un gobierno y de otro no cambian tanto porque los unos están equivocados y los otros saben mejor el “manual de buenas políticas”; sino, más bien, las políticas responden a los grupos de poder asociados en la coalición en el gobierno. Más allá de la disyuntiva de objetivos a largo plazo entre luchar en la arena política para conseguir representación en el aparato estatal o luchar contra el mismo aparato estatal que siempre representa al poder económico, en el corto plazo los colectivos populares resisten. Tal como ellos lo saben hacer, luchando por lo que les corresponde, que se reconozca su dignidad. No digo nada nuevo en esto. El panorama es desafiante y adverso, pero vale la pena y la vida para que, como dijo Martín Fierro, aunque la razón les sobre, no sean campanas de palo las razones de los pobres.

Datos personales

Córdoba, Argentina
Licenciado en Economía. Desempeño tareas de docencia, extensión e investigación en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba