Siguiendo a PriceStats (http://www.pricestats.com/), y a Inflación
Verdadera (http://www.inflacionverdadera.com/), la inflación
anual se encuentra en 25,805%
Mientras que el INDEC acaba de publicar su IPC,
ubicándose la inflación anual en 10,8%
Mi IPCDR se eleva a 11,569% anual. Los mayores aumentos
entre feb-13 y feb-12 los he registrado en Verdulería (54,99%); Librería
(37,73%) y Carnicería (35,18%). Algunos se preguntan por qué con estos grandes
aumentos en los mencionados rubros no tengo un IPCDR más elevado, recuerden que
el índice toma en cuenta el peso que cada rubro tiene en el gasto global,
entonces, por ejemplo, el gasto de mi hogar en verdulería representa el 2,48%
del gasto total, por lo que la incidencia del aumento de verdulería en el IPCDR
es de 1,36% (esto se obtiene multiplicando 54,99 por 2,48).
A continuación muestro las series comparadas...
Quiero aclarar que, aunque mis estimaciones estén
cercanas a las del INDEC, pienso que las estadísticas oficiales están
subvaluadas, como también creo que las estimaciones privadas están sobrevaluadas.
Insisto en la necesidad de transformar dicha institución nacional para hacerla
más creíble. Es que, al no ser creíble, alimenta más el proceso inflacionario
en el sentido de que, por ejemplo, un sindicato que está pensando cuál es el
aumento en el salario nominal que tiene que lograr para no perder, si uno le
dice que la inflación es del 10%, el otro le dice que del 20% y otro que del
25%, ante la duda exige el 25%. Dándole más fuerza así a la rueda
inflacionaria.
Pero lo que discuto a quienes están en el frente opositor
de la política nacional son dos cosas: 1) Que la explicación de la inflación no
se reduce al hecho de que el Banco Central emita billetitos; 2) Que la
inflación no es EL MAYOR flagelo que pueda sufrir una población.
Una versión mejorada de la teoría monetarista la tienen
los que opinan que la inflación se de por el aumento del gasto del gobierno
porque al aumentar el consumo en el país crecen los precios (mayor demanda
implica mayor precio). Pero no dejan de ser ortodoxos en la lectura y
monocausales en la explicación. Acá está el reconocido Daniel Heymann que
estuvo de paso por Córdoba, por la mañana del lunes pasado nos dio clase de
inflación y a la tarde brindó una conferencia al público, en extensión de la
facultad. (http://www.lavoz.com.ar/noticias/politica/heymann-no-se-puede-frenar-inflacion-sin-plan-integral) (http://www.comercioyjusticia.com.ar/2013/03/05/el-anclaje-antiinflacionario-se-esta-corriendo-a-los-precios-y-los-salarios/) A vos te
digo, Diario La Voz, Heymann NO ES HETERODOXO, lo que pasa es que es apenas un
poco más abierto que el núcleo más duro de la ortodoxia, entonces para “voz” es
heterodoxo.
La visión que
actualmente le doy más crédito es la de puja distributiva, donde la inflación
es un resultado del conflicto de clases respecto a la distribución del ingreso.
Es decir que se produce porque todos queremos beneficiaros con una porción más
grande de la torta. Mientras más conflictiva sea la lucha, mayores presiones
inflacionarias habrán. Heymann dijo en clase que no usaba la teoría de puja
distributiva por ser inconsistente, es decir que lo que las personas esperaban
que pase en el siguiente año, al final no sucede, pero esta es una característica
de los modelos con incertidumbre. Otra crítica a la teoría es que la puja
distributiva no explica cómo surge el fenómeno inflacionario, a la cual
respondo que el fenómeno es inherente al sistema capitalista, porque la puja
distributiva es inherente al sistema capitalista.
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