La construcción del IPCDR no se realiza en base al valor estimado de la
canasta que toma el INDEC. Si no que mide el aumento de valor en la canasta de
bienes que compramos en mi propio hogar. Es decir que tanto los artículos como
el peso de cada uno en el gasto total son propios de mi hogar. También hay
diferencias metodológicas; en el IPCDR los ponderadores se actualizan mes a
mes, porque en mi hogar hay cosas que dejan de comprarse y cosas que son
novedad. En la ponderación del IPCDR únicamente se tienen en cuenta todos
aquellos bienes que hayan sido comprados en los últimos doce meses.
Tabla de inflación a Octubre de 2017
FUENTE
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Inflación mensual
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Inflación acumulada 2017
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Inflación anual
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IPCDR (mi hogar)
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1,326 %
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26,52 %
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30,628 %
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1,5 %
|
19,4 %
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22,9 % (*)
|
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1,5 %
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19,2 %
|
23,4 %
|
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1,29 %
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19,26 %
|
22,16 %
|
(*) El dato corresponde a GBA
Para las estimaciones propias, los mayores aumentos entre oct-16 y oct-17
los he registrado en Recreación y Turismo (229,55%), Electrodomésticos (148,71%)
y Librería (107,32%). Es importante destacar que si hablamos de rubros en
alimentación, las variaciones interanuales, en su mayoría, están en niveles
bastante más elevados que cualquier actualización de ingresos de los trabajadores:
Verdulería (34,77%), Carnicería (17,46%), Lácteos (54%),
Alimentos de almacén (43,5%), Panadería (43,2%), Bebidas (73,45%), Fiambrería (35,18%),
Menú a pedido (30,31%).
A continuación muestro las series comparadas desde dic-13. Donde quedan claros
los golpes inflacionarios que significaron: la importante devaluación de enero
de 2014 y el proceso devaluatorio en 2016, conjuntamente con el incremento de
tarifas. Se observa que durante la administración nacional a cargo de
“Cambiemos”, a pesar del fuerte freno a la economía, la caída de los salarios
reales y la restricción monetaria, la inflación anual continúa en niveles
elevados. Agrego la serie de Ciudad de Buenos Aires (IPCcaba) para los meses en
que no hubo publicación por parte del INDEC. Llama la atención cómo las
estimaciones oficiales y de PRICESTATS, según datos publicados durante este
año, rápidamente descienden a valores menores al 25%. Mientras que el IPCDR
encuentra el 30% como piso (Azul: IPCDR, Rojo: INDEC, Rojo punteado: IPCcaba,
Verde: PRICESTATS).
Canasta Básica de Alimentos (CBA)
El INDEC, en 2016, cambió la forma de medir la Canasta Básica de Alimentos
(CBA), alterando la composición en algunos rubros, incorporando más alimentos
(como manteca, fiambres, condimentos y yogur) y bebidas (en particular
alcohólicas, como la cerveza y el vino). Esto hace que la nueva CBA resulte más
cara que en el cálculo anterior y, por tanto, se incrementa la cantidad de
personas que caen por debajo de las líneas de indigencia y pobreza, únicamente por
el cambio metodológico.
La CBADR es una estimación propia del valor de la canasta que mide el
INDEC. Es decir, se toman los mismos bienes con sus respectivos volúmenes y se
valúan a los precios promedio del mes con los que nos hemos encontrado al
realizar las compras familiares.
Tabla de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) a Octubre de
2017
FUENTE
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Nivel CBA
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Variación mensual
|
Variación anual
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CBADR (mi hogar)
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$ 1.779,78
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-1,98 %
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25,04 %
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CBA INDEC (*)
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$ 2.049,39
|
1,36 %
|
19,76 %
|
$ 1.915,63
|
1,6 %
|
12,4 %
|
INEDEP es el Instituto de Estadísticas del Defensor del
Pueblo de Córdoba
(*) Los datos son de Septiembre 2017
Es decir que, siguiendo las estimaciones propias, la canasta básica
familiar más comúnmente utilizada ascendió a $ 5.499,53 en el pasado mes. Dicho monto representa el volumen de
ingresos que, como mínimo, necesitó un grupo familiar para no ser indigente ($44,35
por día por persona). (A continuación se muestran; Azul: CBADR 2016 (nueva
metodología), Azul punteada: CBADR (metodología anterior), Rojo: INDEC, Verde: Defensor
del Pueblo de Córdoba.
Los mayores aumentos anuales los he registrado en los rubros Yogur (86%),
Manteca (80%) y Papa (76%). A continuación, las variaciones interanuales. Históricamente,
las estimaciones propias se han asemejado bastante a las del Defensor del Pueblo
de Córdoba, estimo que la brecha que se abrió en los últimos dos meses será
pasajera.
El apoyo del FMI a la política nacional
Hace unos días, el
director del FMI para la región occidental, Alejandro Werner, dijo que el BCRA
se mueve de manera “correcta” con un paquete de políticas (en torno a las Metas
de Inflación) que ya ha funcionado en otros países (aquí).
Hay que tener en
cuenta que los anuncios de las Metas de Inflación en Argentina han sido mucho
más “atrevidos” que en esos otros países. Acá se anunció que al tercer año de
la puesta en marcha de la política monetaria, ya contaríamos con inflación
anual de un dígito. Un plazo mucho más corto que el prometido en esos otros
países. Por cierto que, en los otros países latinoamericanos, el anuncio falló
al menos en los dos primeros años de las Metas de Inflación.
A)
Ya podríamos discutir por qué el FMI dice lo que dice, si bien el informe
aún no está completo y publicado.
Que el BCRA se
mueva de manera correcta es un punto de vista particular, porque ¿correcta para
quién? El BCRA anunció la semana pasada que subía las tasas de interés debido
al impacto de las tarifas de servicios públicos sobre el IPC.
1)
Los nuevos cuadros tarifarios podemos pensar que representan una pérdida
para el salario real de quienes viven de su trabajo y pérdida para ciertas
empresas sin suficiente poder de mercado que ven comprometidos sus balances, al
no poder trasladar a precios la suba de dichos costos. Al tiempo que se
beneficia a las empresas (monopólicas u oligopólicas) que proveen estos
servicios.
2)
El incremento de las tasas de interés, podemos pensar que perjudica las posibilidades
del crédito para personas trabajadoras y/o empresas que necesitan de un financiamiento
externo. Al tiempo que se beneficia la acumulación de capital financiero, potenciando
“la timba” como alternativa ante cualquier inversión productiva.
Visto de esta
manera, podemos asegurar que la gran política nacional es, lisa y llanamente,
una fenomenal transferencia de ingresos. Es lo que ha pasado en países como
México, Colombia, Brasil y Chile.
B)
Por otro lado, el funcionario del FMI, dijo que: “A veces, estando muy
metidos en el ámbito local, perdemos la perspectiva de que un país con
inflación del 20% es una anomalía”. Lo cual sería como decir: nosotros que lo
vemos de afuera lo tenemos claro, ustedes desde adentro no pueden ver, están
ciegos. Pues, se deduce que ¡debemos hacerle caso a los que ven las cosas con
claridad!
Descartando el
nivel de arrogancia y autoritarismo con el que se caracteriza esta entidad en
sus recomendaciones de política, quisiera puntualizar dos cosas para la
discusión:
1)
Primero, la necesidad de estudiar la inflación como un fenómeno
multicausal. Que no sólo tiene componentes meramente económicos sino que
además, y sobre todo, posee elementos políticos. Requiere una mirada interna
del fenómeno.
2)
Segundo, que las características particulares de un fenómeno, en un momento
determinado y situado, debe ser estudiado desde adentro. Justamente, sólo el
análisis del particular proceso de acumulación capitalista argentino, con sus
múltiples componentes sociales, políticos, culturales y demás, nos pueden guiar
de una mejor manera en las luchas que emprendemos como trabajadores y
trabajadoras.
Y las inversiones ¿para cuándo?
Por último, Werner
habla de un “rebote de la inversión”, como fruto del camino correcto de la
política antiinflacionaria. Si bien sería bueno discutir esto con el informe
final del FMI en mano y, quizá, haga falta un análisis pormenorizado de sector
por sector productivo, acá hice algunos cálculos de la macro que nos pueden
servir como puntapié. (Las series surgen usando datos oficiales, a valores
corrientes, con base en 2004).
Observando la
variación interanual, tanto si tomamos la inversión total que incluye la
construcción (ICC azul) como la inversión en equipo durable (ED roja), no
parece existir un buen desempeño en dichas variables, de hecho la ED roja cae
sostenidamente desde el primer trimestre de 2016.
Menos aún podemos
hablar de un cambio en el desempeño si analizamos a la inversión como
porcentaje del PIB, tanto incluyendo la construcción (ICC/Y) como si medimos la
inversión en equipo durable (ED/Y).
Por último, tampoco
parece existir una relación inversa entre precios e inversión. Si comparamos
las variaciones interanuales del equipo durable en relación al PIB (ED/Y roja) con
las variaciones en el índice de precios implícitos del PIB (P azul) notamos
esto. Incluso la baja de la inversión en equipo durable en relación al PIB (desde
principios de 2016) se da en un contexto de desinflación.
Para que no nos
comamos cualquier verso, es importante que en nuestros colectivos organizados
discutamos y nos acerquemos lo más posible a la comprensión de estas realidades
para saber dónde estamos, con qué y con quienes contamos y cuáles son las
estrategias de quienes tienen intereses que entran en contradicción con los
nuestros.