En un año difícil en casi todos los aspectos de la vida social, donde se puso de manifiesto el conflicto entre las necesidades de acumulación del capital y las necesidades del cuidado y sostén de la vida, las personas más afectadas en materia de inflación terminaron siendo las peores ubicadas en la pirámide de la distribución de ingresos monetarios.
Hace un mes, el
ministro de economía Martín Guzmán, en una entrevista televisiva, echaba por tierra
cualquier esperanza de un cuarto pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).
Un programa, escaso pero necesario, que asistió en 3 oportunidades a 9 millones
de personas para paliar la grave situación económica que se agudizó en el contexto
de aislamiento obligatorio. Pero, ¿es así? Como dijo Guzmán, ¿hay otros
equilibrios importantes que mantener?
En materia
inflacionaria, a esta altura de los acontecimientos ya es muy fácil desarmar el
argumento de los monetaristas locales. La tasa de inflación anual viene bajando
en el último año a pesar de que la Base Monetaria (el dinero del Banco Central)
pasó de crecer a un ritmo de 5% interanual en sep-19 a un 67% en oct-20 y los
aportes al tesoro nacional (el gobierno financiándose con “la maquinita de
imprimir billetes”) contabilizan a oct-20 acumulados en el año un monto mayor a
todos los que se dieron si sumamos desde el 2003 al 2019 (17 años). ¡Sí! En
menos de un año el BCRA asistió al Tesoro en un monto mayor al de los 17 años
previos juntos.
El carácter
inflacionario hoy tiene mucho que ver con las tensiones en el mercado cambiario,
esto hace que uno de los rubros que más inflación tenga es el de alimentos. A
continuación muestro las distintas mediciones de inflación que vengo siguiendo
de hace tiempo (recuerden que IPCDR es la joyita del blog, es la propia, la que
surge de lo que consumimos en mi hogar).
TABLA
GRÁFICO
A continuación muestro la gráfica de las series comparadas desde dic-13. Agrego la serie de Ciudad de Buenos Aires (IPCcaba) para los meses en que no hubo publicación por parte del INDEC del dato anual a nivel nacional. (Azul: IPCDR, Rojo: INDEC, Rojo punteado: IPCcaba, Verde: IRP, Negro: INDEC%DR).
El impacto no es
el mismo para todas las personas y los hogares. Si decimos que el proceso
inflacionario tiene un alto impacto en alimentos, adivinen ¿a quién perjudica
más la inflación?
a)
A los hogares donde comen carne asada de calidad todos los fines de semana
b)
A las personas fanáticas de las bebidas alcohólicas importadas
c)
A las personas que no tienen serias restricciones financieras, ni saben
cuánto sale un paquete de azúcar y manotean cualquier cosa en el supermercado
d)
A los hogares más pobres
Bueno, acá les muestro unos cálculos donde, tomando los datos de la Encuesta de Gasto de Hogares 2017-2018, se pueden calcular las distintas inflaciones interanuales que enfrentan los diferentes quintiles de los hogares. Donde el Quintil 1 es el 20% más pobre y el Quintil 5 el más rico. ¡Y sí! La inflación les está pegando a los hogares más pobres. Según datos de INDEC, la inflación para el 20% de hogares más pobres asciende a 36,41% mientras que para el 20% de hogares más ricos 34,41% (barras rojas). Tomando las estimaciones propias, la inflación para el 20% de hogares más pobres asciende a 48,16% mientras que para el 20% de hogares más ricos 42,52% (barras azules).
Ya mencioné que los
rubros del gasto donde mis estimaciones difieren más de las de INDEC son “Alimentos
y bebidas no alcohólicas” y “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros
combustibles”. Esto hace que el impacto que mide INDEC sea menor en todas las
porciones de hogares.
¿Quiénes son pobres y quiénes indigentes?
La CBADR (estimación
propia del valor de la canasta básica alimentaria que mide el INDEC) asciende a
$5.602,30 por lo que en el mes de
noviembre 2020 un hogar compuesto por cuatro integrantes necesitó $17.311,12 para no ser indigente y $41.546,69 para no ser pobre.
En el gráfico se
ve la evolución de la línea de pobreza con los precios de mi hogar (LP DR), la
medida oficial (INDEC) y la medida por el Defensor del Pueblo de Córdoba (INEDEP)
¿Cómo seguimos? VOY A REPETIR PARTE DE UNA ENTRADA ANTERIOR
Las respuestas
desde los gobiernos vienen siendo no solo insuficientes en el contexto de
recesión, informalidad y precarización del trabajo, caída de los salarios
reales, sino que además no aparecen en la escena las discusiones sobre los
problemas estructurales de una sociedad desigual, de un sistema económico que
excluye y mata, de una forma de producción que depreda el ecosistema y arrasa con
las condiciones de vida de comunidades que pelean por un espacio geográfico
digno.
¿No es momento de
cuestionar profundamente la vida enajenada que llevamos? Este momento de
encierro, ¿no es el propicio para revalorizar las cosas que realmente son
importantes y que este sistema descuida y destruye? ¿Será posible que empecemos
a convencernos de que las vidas, y la dignidad de las mismas, son más importantes
que los negocios de los de siempre? Los escenarios cambian pero las palabras de
Antonio Gramsci siguen siendo urgentes: "Instruyámonos,
porque necesitaremos de toda nuestra inteligencia; conmovámonos,
porque necesitaremos de todo nuestro entusiasmo; organicémonos, porque
necesitaremos de toda nuestra fuerza".
ANEXO METODOLÓGICO (para las personas que no se marean con
los números, o bien, que les gusta)
Índice de Precios al Consumidor
Cuatro mediciones distintas que se detallan a continuación:
1)
IPC INDEC
Es el indicador del organismo oficial que se publica todos los meses en su página
web que, en el mes de noviembre de 2020, mostró un crecimiento interanual de 35, 8%.
2)
IPCDR
La estimación propia mostró un incremento interanual de 50,01%, donde los mayores aumentos entre nov-19 y nov-20 los he registrado en “Bebidas alcohólicas y tabaco” (106,73%), en “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” (68,35%) y en “Alimentos y bebidas no alcohólicas” (62,04%). Aquí la tabla completa de las variaciones interanuales por rubro:
3)
IRP
Para tener un dato más y comparar también con una medición alternativa a la oficial, sumo la medición del Índice del Relevamiento de Precios (IRP) que realiza el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala. En agosto 2020 la inflación anual, según este índice, ascendió a 37,26%.
4)
INDEC%DR
Es la inflación que surge de combinar la información del INDEC con las proporciones de gasto de mi hogar. En la tabla siguiente tomo la inflación por rubro que publica el INDEC para la región pampeana (primera columna), que difieren de las observadas por mí. En la segunda columna utilizo las ponderaciones de esos rubros según las compras de mi hogar (que son distintas a las ponderaciones del INDEC). En la tercera, el aporte a la inflación resultante (producto de las dos columnas anteriores). Al sumar estos aportes a la inflación por rubro, se obtiene la inflación propia calculada con las variaciones de precios del INDEC, pero con las ponderaciones acordes al gasto de mi hogar (INDEC%DR). Como vemos, la inflación de mi hogar sería del 34,95% anual.
A continuación se muestra la tabla comparativa de estas mediciones
Canasta Básica de Alimentos (CBA)
¿Cómo se calcula la CBADR? La CBADR es una estimación propia del valor de la canasta básica alimentaria que mide el INDEC. Es decir, se toman los mismos bienes con sus respectivos volúmenes y se valúan a los precios promedio del mes con los que nos hemos encontrado al realizar las compras familiares.
Es decir que,
siguiendo las estimaciones propias, la canasta básica familiar (considerando
una familia compuesta por dos personas adultas y dos menores) ascendió a $ 17.311,12 en noviembre de 2020. Dicho
monto representa el volumen de ingresos que, como mínimo, necesitó un grupo
familiar para poder comprar los alimentos mínimos para no ser indigente ($139,61
por día por persona). (A continuación se muestran las variaciones interanuales
de la CBA; Azul: CBADR, Rojo: INDEC, Verde: Defensor del Pueblo de Córdoba).
Los mayores aumentos anuales los he registrado en Galletitas saladas (215%), Papa (202%) y Frutas (105%).
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