Todesca anunció que el INDEC no difundirá por ahora el IPCNU, el dato
que se había publicado para octubre fue de 14,3%.
Por su parte, el IPCDR aumentó en 1,026% mensual, alcanzando un 17,922% anual. Los mayores aumentos
entre nov-14 y nov-15 los he registrado en Fiambrería (165,84%), Librería (135,82)
y Almacén (sin alimentos) (87,82%).
A continuación muestro las series comparadas desde dic-12. Donde queda
claro el golpe inflacionario que significó la importante devaluación de enero
de 2014, puesto que todas las estimaciones dan un salto a valores más elevados.
Y también la relativa tranquilidad actual, ya que las estimaciones calculan un
freno en el crecimiento de los precios, aunque en niveles superiores a los
previos a 2014.
En cuanto a la canasta básica de alimentos (CBA), la medición propia
muestra un incremento de 22,16% respecto a noviembre del año anterior. La CBA
de un adulto (representativo) ascendió a $900,34
por lo que subió en 3,74% en el último mes, es decir que una familia compuesta
por un matrimonio “tradicional” y dos hijos necesitó $2782,05 en noviembre pasado para no ser indigente ($22,44 por día
por persona). Para las estimaciones del Defensor del Pueblo de Córdoba la CBA
ascendió a $1.160,55 por lo que aumentó
respecto al mes anterior en 3,58%, totalizando un incremento anual del 17,56% (Azul:
CBADR, Rojo: INDEC, Verde: Defensor del Pueblo de Córdoba).
Los mayores aumentos anuales los he registrado en los rubros Dulces (82%),
Papa (62%) y Yerba (56%). A continuación, las variaciones interanuales.
Con el comienzo de la gestión presidencial a cargo del Ing. Macri, el
panorama para el sector trabajador y aquellos que reciben ingresos fijos es
bastante desalentador. Por lo que imagino un escenario de alta conflictividad
en los próximos meses de 2016.
¿Qué pasará con la inflación y el salario real?
Para explicar el fenómeno inflacionario no podemos dejar de prestar atención
al proceso de puja distributiva. En las negociaciones colectivas tendremos por
un lado al sector patronal y por el otro a la burocracia sindical, esta última
no siempre vocera de las demandas de las bases y del grueso de trabajadores. El
Estado interviene en las negociaciones colectivas, no como un árbitro imparcial
que sólo busca que se cumplan las reglas, sino también como un actor de poder
que juega a favor de los intereses de una de las partes.
¿Qué podemos esperar del Estado?
El flamante presidente, al anunciar y hacer efectivo el plan de
eliminación de retenciones agropecuarias, llamó a estas entidades a pagar con
alegría los impuestos, dando así, una clara señal de alianza del Estado con el
sector patronal. Si no, hubiera llamado a luchar contra la precarización
laboral y trasladar con alegría los abultados ingresos adicionales hacia los
trabajadores. De la misma manera, ante empresarios de la UIA, en lugar de
hablar del elevado porcentaje de trabajo en negro prefirió hablar de competitividad.
Por lo que, más allá de mantener ciertos programas como el Ahora 12 o Precios
Cuidados y sostener las paritarias “libres”, el resultado dependerá de la nueva
configuración de fuerzas. El Estado y el sector patronal van por el aumento de
la ganancia empresaria, las bases de trabajadores resisten para enfrentar el
ajuste. ¿Cómo jugará este juego la burocracia sindical? No tengo las mejores
expectativas.
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