domingo, 16 de diciembre de 2018

Quiero que al gobierno le vaya mal


El IPCDR se calcula en base a los precios de los bienes y servicios que compramos en mi propio hogar, INDEC para su IPC toma un conjunto de bienes y servicios diferente. Es decir que, en el IPCDR, tanto los artículos como el peso de cada uno en el gasto total son propios de mi hogar. También hay diferencias metodológicas; en el IPCDR los ponderadores se actualizan mes a mes, porque en mi hogar hay cosas que dejan de comprarse y cosas que son novedad. Concretamente, en la ponderación del IPCDR únicamente se tienen en cuenta todos aquellos bienes y servicios que hayan sido comprados en los últimos doce meses.
A partir de ahora, para tener un dato más y comparar también con una medición alternativa a la oficial, sumaré la medición del Índice del Relevamiento de Precios (IRP) que realiza el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala.
Tabla de inflación a Noviembre de 2018
FUENTE
Inflación mensual
Inflación acumulada 2018
Inflación anual
IPCDR (mi hogar)
1,89 %
46,92 %
58,48 %
3,2 %
43,9 %
48,5 %
IRP (*)
5,54 %
38,8 %
45,09 %
(*) Datos de octubre 2018
Para las estimaciones propias, los mayores aumentos entre nov-17 y nov-18 los he registrado en Prendas de vestir y calzado (120,7%), Restaurantes y Hoteles (108,7%) y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (86,7%) (Siguiendo la misma clasificación de rubros del INDEC).
A continuación muestro las series comparadas desde dic-13 donde se observa que el problema inflacionario, lejos de solucionarse a partir de la asunción del nuevo gobierno en diciembre 2015, se agrava aún más. Agrego la serie de Ciudad de Buenos Aires (IPCcaba) para los meses en que no hubo publicación por parte del INDEC del dato anual a nivel nacional. (Azul: IPCDR, Rojo: INDEC, Rojo punteado: IPCcaba, Verde punteado: IRP). La pequeña serie negra se explica más abajo; se refiere a la inflación anual si el INDEC tomara mis proporciones de gasto actuales en lugar de la canasta representativa de base 2004.

¿Por qué la inflación propia es mayor a la de INDEC?
Una manera ordenada de estimar la inflación es: 1) separar el consumo total en rubros; 2) calcular qué proporción representa cada uno de esos rubros en el gasto total (esto se llama ponderación); 3) calcular la variación de precios en cada uno de esos rubros (inflación por rubro); 4) Multiplicar en cada rubro la ponderación por la inflación por rubro (aporte a la inflación por rubro); 5) Sumar los aportes a la inflación por rubro.
En la tabla siguiente tomo la inflación por rubro que publica el INDEC para la región pampeana (primera columna), que difieren de las observadas por mí. En la segunda columna utilizo las ponderaciones de esos rubros según las compras de mi hogar (que son distintas a las ponderaciones del INDEC). En la tercera, el aporte a la inflación resultante (producto de las dos columnas anteriores). Al sumar estos aportes a la inflación por rubro, se obtiene la inflación propia calculada con las variaciones de precios del INDEC, pero con las ponderaciones acordes al gasto de mi hogar. Como vemos, la inflación de mi hogar sería del 56,24 % anual (mayor al 48,8% que informa el INDEC para la región pampeana). Esta discrepancia se da por las diferentes ponderaciones.

Rubros INDEC
Inflación INDEC
Ponderación
Aporte al IPC
Alimentos y bebidas no alcohólicas
50,1%
22,33%
11,19%
Bebidas alcohólicas y tabaco
27,1%
1,90%
0,51%
Prendas de vestir y calzado
30,2%
4,39%
1,33%
Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles
71,8%
13,56%
9,73%
Equipamiento y mantenimiento del hogar
50,6%
4,64%
2,35%
Salud
46,4%
5,24%
2,43%
Transporte
68,9%
32,83%
22,62%
Comunicación
48,8%
2,00%
0,98%
Recreación y cultura
41,6%
0,82%
0,34%
Educación
28,8%
5,34%
1,54%
Restaurantes y hoteles
36,9%
2,48%
0,91%
Otros bienes y servicios
51,6%
4,47%
2,31%
INFLACIÓN ANUAL CON PROPORCIONES PROPIAS
56,24%
Canasta Básica de Alimentos (CBA)
El INDEC, en 2016, cambió la forma de medir la Canasta Básica de Alimentos (CBA), alterando la composición en algunos rubros, incorporando más alimentos (como manteca, fiambres, condimentos y yogur) y bebidas (en particular alcohólicas, como la cerveza y el vino). Esto hace que la nueva CBA resulte más cara que en el cálculo anterior y, por tanto, se incrementa la cantidad de personas que caen por debajo de las líneas de indigencia y pobreza, únicamente por el cambio metodológico.
La CBADR es una estimación propia del valor de la canasta que mide el INDEC. Es decir, se toman los mismos bienes con sus respectivos volúmenes y se valúan a los precios promedio del mes con los que nos hemos encontrado al realizar las compras familiares.
Tabla de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) a Noviembre de 2018
FUENTE
Nivel CBA
Variación mensual
Variación anual
CBADR (mi hogar)
$ 2.426,84
3,49 %
30,75 %
$ 3.150,62
7,46 %
51,53 %
$ 3.003,74
6,99 %
53,63 %
(*) El dato es de octubre de 2018
INEDEP es el Instituto de Estadísticas del Defensor del Pueblo de Córdoba
Es decir que, siguiendo las estimaciones propias, la canasta básica familiar más comúnmente utilizada ascendió a $ 7.498,94 en noviembre de 2018. Dicho monto representa el volumen de ingresos que, como mínimo, necesitó un grupo familiar para poder comprar los alimentos mínimos necesarios y no ser indigente ($60,48 por día por persona). (A continuación se muestran; Azul: CBADR 2016 (nueva metodología), Azul punteada: CBADR (metodología anterior), Rojo: INDEC, Verde: Defensor del Pueblo de Córdoba).

Los mayores aumentos anuales los he registrado en los rubros Vinagre (210%), Otras harinas (173%) y Harina de trigo (199%). A continuación, las variaciones interanuales.

Lo políticamente correcto
La frase que, buena parte de los espacios político-electorales en Argentina, han tomado como políticamente correcta es algo así como: más allá de mi oposición, “quiero que al gobierno le vaya bien”. ¿Es cierto que todas queremos que al gobierno le vaya bien? ¿Qué significa que al gobierno le vaya bien?
Hay una socio-economía de manual que ha logrado ocupar el sentido común y que cuenta con ciertas características que hacen que se silencie el conflicto de intereses inmanente a toda sociedad. Así entonces, la democracia burguesa instala en el sentido común la errónea idea de que el gobierno, democráticamente elegido por el sistema electoral vigente, representa los intereses de todas las personas, aún de aquellas que no votaron la coalición gobernante. En esa lógica, cualquier grupo que pida “que se vayan” quienes nos gobiernan es tildado de antidemocrático y que no respeta la “voluntad del pueblo” ni “las reglas del juego”.
(Habría mucho para discutir con ese sentido común impuesto por los poderes hegemónicos de las democracias capitalistas, implica una gran batalla cultural).
Las pálidas en la economía argentina
Hasta el mismísimo Alfredo Leuco (“periodista” militante del PRO) en una de sus editoriales de esta semana, en “Le doy mi palabra” que se emite por Radio Mitre Córdoba desde las 17 hs, reconoce que, de todo el arsenal de indicadores económicos actuales del país, es difícil encontrar algo bueno (si no imposible), con lo cual el gobierno actual pueda sentirse “orgulloso” de su gestión.
Pero, ¿a todas las personas y clases nos está yendo mal?
No. La verdad es que hay sectores del capital como el financiero, el energético y parte del sector primario con jugosas ganancias. Mientras la clase trabajadora pierde poder de compra mes a mes.
Pero esas mejores ganancias ¿son en premio al esfuerzo?
No. Se debe principalmente a una combinación de políticas deliberadas que afectaron al mercado cambiario, la tasa de interés y la regulación de tarifas. Acá, ¿el discurso de la meritocracia? Mejor que ni aparezca.
Éxitos y fracasos
Cuando una observa lo que el gobierno actual declara como éxito, encuentra cosas como la reforma previsional, que ha hecho perder ingresos reales a la clase trabajadora que ya no está en actividad. Se remarca como un éxito que este ajuste ha sido provocado sin consecuencias de caída para el gobierno.
Mientras que del lado de los fracasos se enumeran la imposibilidad de llevar la reforma laboral más allá de las flexibilizaciones conseguidas hasta el momento. La imposibilidad de llevar más allá el uso de la fuerza legal en contra de quienes reclaman por una vida digna y cuya herramienta más poderosa es la manifestación en el espacio público.
Estas cosas muestran la dirección de lo que implica “que al gobierno le vaya bien”.
Por eso: Deseamos, nos organizamos y luchamos para que al gobierno le vaya mal, muy mal en su plan de redistribuir, como ya dijo Dujovne, a lo “Hood Robin”. Si hay algo que ha mostrado ser un freno para que al gobierno “le vaya mal” es la lucha de diversos colectivos sociales y la ocupación del espacio público. Por eso a ellos les molesta tanto. Por eso nosotras ocupamos el espacio público.

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Datos personales

Córdoba, Argentina
Licenciado en Economía. Desempeño tareas de docencia, extensión e investigación en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba