lunes, 28 de septiembre de 2015

Cuando tenga la tierra... Tendré la vida

Para Inflación_Verdadera la inflación anual de agosto finaliza en 26,983%.
La Inflación Congreso asciende al 2,17% mensual y el 26,60 % anual (ver).
Mientras que la variación del IPCNU (INDEC) es de 1,2% mensual y de 14,7% anual.
Por su parte, el IPCDR aumentó en 1,284% mensual, alcanzando un 17,965% anual. Los mayores aumentos entre ago-14 y ago-15 los he registrado en Fiambrería (151,22%), Almacén (sin alimentos) (100,16%) y Verdulería (90,81%).
A continuación muestro las series comparadas desde dic-12. Se observa cómo a partir de mayo de 2013 el IPCDR se despega de la estimación oficial y se acerca a las alternativas, luego en el corriente año no se despega mucho del dato del INDEC. Queda claro el golpe inflacionario que significó la importante devaluación de enero de 2014, puesto que todas las estimaciones dan un salto a valores más elevados. Y también la relativa tranquilidad actual, ya que las estimaciones calculan un freno en el crecimiento de los precios, aunque en niveles superiores a los previos a 2014.

En cuanto a la canasta básica de alimentos (CBA), la medición propia muestra un incremento de 21,58% respecto a agosto del año anterior. La CBA de un adulto (representativo) ascendió a $844,76 por lo que cayó en -1,28% en el último mes, es decir que una familia compuesta por un matrimonio “tradicional” y dos hijos necesitó $2610,31 en agosto pasado para no ser indigente ($21,05 por día por persona). A su vez, como el INDEC dejó de publicar la CBA, si la CBA oficial hubiese aumentado al ritmo del rubro alimentos, comunicado en el IPCNU, el nivel que debiera informar el organismo oficial sería de $328,98. Es decir que una familia tipo habría necesitado $1.016,54 ($8,20 por día por persona). Para las estimaciones del Defensor del Pueblo de Córdoba la CBA ascendió a $1.082,99 por lo que aumentó respecto al mes anterior en 2,07%, totalizando un incremento anual del 16,46% (Azul: CBADR, Rojo: INDEC, Verde: Defensor del Pueblo de Córdoba).

Los mayores aumentos anuales los he registrado en los rubros Té (102%) Hortalizas (87%) y Dulces (91%). A continuación, las variaciones interanuales.

En publicaciones anteriores del blog ya hice referencia a la idea monetarista (simplista a mi modo de ver) de la inflación generada por la impresión de billetes, aunque en los meses próximos continuaré sumando más elementos a este debate. Claramente Federico Sturzenegger (Unión PRO) expresa esta postura al decir “es una pena esta aceleración (de la inflación), porque complica al Gobierno que viene y además muestra que la política monetaria de Alejandro Vanoli nos lleva a una aceleración de la suba de los precios al consumidor”.
Por oro lado, cuando alguien dice que el proceso inflacionario es una máquina generadora de pobres (ej: Pablo Tonelli de Unión PRO), también refiere a una visión simplista. En realidad la inflación es parte de un complejo proceso económico capitalista donde muchas variables continuamente se relacionan y cambian. No vivimos en un mundo donde lo único que cambian son los precios y las demás variables permanecen inalteradas. Tampoco un proceso inflacionario de este tipo puede impedir, per se, un desarrollo capitalista. He mencionado en otras publicaciones cómo H J Chang nos muestra ejemplos de países capitalistas que se desarrollaron en contextos de inflación promedio al 40 % anual por dos décadas (Brasil y Corea).
En cuanto a las propuestas políticas, puede que la reducción del IVA de productos básicos colabore con la reducción de la pobreza. También es posible que el “combate” o control a los oligopolios (que tienen la capacidad de administrar precios en pos de sus beneficios) sea una medida que alivie el proceso de descarte de los de abajo (típico del sistema económico en el que vivimos). Pero éstas medidas duran por un tiempo y parecen inútiles, el mismo sistema renueva su fuerza descartadora y desigualadora, y en poco tiempo se tienen que pensar nuevas estrategias para reducir la pobreza y la desigualdad.
Más radical y de más largo plazo (o estructural), aunque (lamentablemente y por ahora) dentro del sistema capitalista, sería la distribución de la tenencia de la tierra, la cual es un recurso fundamental para cubrir las necesidades básicas de vivienda y alimento. En este sentido, teniendo en cuenta cómo se manejan los gobiernos capitalistas y sabiendo que la tierra de los países latinoamericanos es un recurso esencial para el desarrollo de la acumulación mundial, no queda otra que la lucha organizada de los de abajo; como lo hacen colectivos barriales, inmigrantes, indígenas y campesinos. Ellos entienden que la tierra y la vida no se pueden disociar. Si la tierra es de otro, tendremos que vivir como quiere ese otro; pero si la tierra es nuestra, la vida también.

Datos personales

Córdoba, Argentina
Licenciado en Economía. Desempeño tareas de docencia, extensión e investigación en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba