domingo, 14 de febrero de 2016

Que la crisis la paguen los cerdos

Para Inflación_Verdadera la inflación anual en enero alcanza el 30,297%. El año 2015 había cerrado con un 26,388%
INDEC sigue sin difundir el IPCNU, para la Dirección de la Ciudad de Buenos Aires en enero la inflación fue de de 29,6% (ver).
Por su parte, el IPCDR aumentó en 6,233% mensual, alcanzando un 28,068% anual (el año 2015 había cerrado con un 23,905%). Los mayores aumentos entre ene-16 y ene-15 los he registrado en Recreación y turismo (209,09%), Fiambrería (149,54%) y Librería (134%).
A continuación muestro las series comparadas desde dic-12. Donde queda claro el golpe inflacionario que significó la importante devaluación de enero de 2014, puesto que todas las estimaciones dan un salto a valores más elevados. Y también el nuevo proceso devaluatorio iniciado en diciembre pasado con el cambio de gobierno.

En cuanto a la canasta básica de alimentos (CBA), la medición propia muestra un incremento de 22,78% respecto a enero del año anterior. La CBA de un adulto (representativo) ascendió a $985,20 por lo que subió en 1,65% en el último mes, es decir que una familia compuesta por un matrimonio “tradicional” y dos hijos necesitó $3.044,27 en enero pasado para no ser indigente ($24,55 por día por persona). Para las estimaciones del Defensor del Pueblo de Córdoba la CBA ascendió a $1.342,14 por lo que aumentó respecto al mes anterior en 6,68%, totalizando un incremento anual del 32,43% (Azul: CBADR, Rojo: INDEC, Verde: Defensor del Pueblo de Córdoba).

Los mayores aumentos anuales los he registrado en los rubros Aceites (88%), Sal fina (58%) y Yerba (73%). A continuación, las variaciones interanuales.

Continúa el panorama desalentador para aquellos que reciben ingresos fijos. Al presente, por las medidas de política ya tomadas y, hacia el futuro, al escuchar a los responsables de la política económica. En los discursos, el mensaje a los empresarios es de exaltación, “con la administración anterior ustedes sufrían por tal cosa, ahora vamos a mejorar el panorama, el clima de inversión y la confianza para que a la Argentina le vaya bien”. Mientras que al dirigirse a los trabajadores, “tenemos que hacer un sacrificio para que volvamos a la senda del desarrollo”. Mi rechazo a la teoría del derrame es que se nos dice que si a los de arriba les va bien, en un tiempo futuro esa abundancia llegará a los de abajo. Pero, además de que ese tiempo futuro de abundancia no llega, ¿Por qué son los de abajo los que tienen que sacrificarse y esperar?
En el Evangelio de Lucas hay un pasaje enfocado en la misericordia del Padre pero con algunos trazos de política económica. Hay un país en crisis (Lc 15, 14), el trabajador, que tiene hambre, es un cuidador de cerdos (los cuales se asemejan a la idea de capital en el proceso productivo del mundo actual), pero la riqueza se destina a cuidar los cerdos (Lc 15,16), a cuidar el capital, mientras que en la casa del Padre los trabajadores tienen pan de sobra (Lc 15,17). El relato del trabajador y los cerdos es ampliamente repetido a lo largo de la historia, e intuyo que se ha fortalecido en la era capitalista. Siempre el sacrificio lo hacen los mismos.
Es que la discusión de fondo no es si los precios suben más o menos rápido, sino cómo se reparte la torta, quiénes se benefician y quiénes se perjudican en la transferencia de ingresos propiciada por la administración de la economía. Como me apuntan algunos compañeros economistas, cuando se quiere hablar de la evolución de los precios inmediatamente entra en discusión el salario, pero también tenemos que meter en esa discusión la ganancia empresaria, la mayoría de las veces esto se olvida.
¿Qué tal si, en vez de asegurar ganancias empresarias y luego formar una mesa para discutir el salario, invertimos el orden de los factores? Primero que los trabajadores aseguren su salario y luego formamos una mesa de diálogo para discutir la ganancia empresaria.
El mundo capitalista no tiene rostro humano, como nos cuenta el Evangelio de Lucas en la casa del Padre, y el cuidador de cerdos no es prioridad. Al trabajador no le queda otra que resistir y luchar para que, de una vez por todas, la crisis la paguen los cerdos.

1 comentario:

  1. Qué clarito tu informe, Pablo. Y transparente tu pensamiento. Me pregunto cuántos trabajadores más necesitan perder su lugar en la mesa de los hijos para ponerse de pie y tomar lo que por justicia le corresponde.

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Datos personales

Córdoba, Argentina
Licenciado en Economía. Desempeño tareas de docencia, extensión e investigación en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba