miércoles, 15 de noviembre de 2017

Entre el discurso del FMI y las realidades que nos chocan

La construcción del IPCDR no se realiza en base al valor estimado de la canasta que toma el INDEC. Si no que mide el aumento de valor en la canasta de bienes que compramos en mi propio hogar. Es decir que tanto los artículos como el peso de cada uno en el gasto total son propios de mi hogar. También hay diferencias metodológicas; en el IPCDR los ponderadores se actualizan mes a mes, porque en mi hogar hay cosas que dejan de comprarse y cosas que son novedad. En la ponderación del IPCDR únicamente se tienen en cuenta todos aquellos bienes que hayan sido comprados en los últimos doce meses.
Tabla de inflación a Octubre de 2017
FUENTE
Inflación mensual
Inflación acumulada 2017
Inflación anual
IPCDR (mi hogar)
1,326 %
26,52 %
30,628 %
1,5 %
19,4 %
22,9 % (*)
1,5 %
19,2 %
23,4 %
1,29 %
19,26 %
22,16 %
(*) El dato corresponde a GBA
Para las estimaciones propias, los mayores aumentos entre oct-16 y oct-17 los he registrado en Recreación y Turismo (229,55%), Electrodomésticos (148,71%) y Librería (107,32%). Es importante destacar que si hablamos de rubros en alimentación, las variaciones interanuales, en su mayoría, están en niveles bastante más elevados que cualquier actualización de ingresos de los trabajadores: Verdulería (34,77%), Carnicería (17,46%), Lácteos (54%), Alimentos de almacén (43,5%), Panadería (43,2%), Bebidas (73,45%), Fiambrería (35,18%), Menú a pedido (30,31%).
A continuación muestro las series comparadas desde dic-13. Donde quedan claros los golpes inflacionarios que significaron: la importante devaluación de enero de 2014 y el proceso devaluatorio en 2016, conjuntamente con el incremento de tarifas. Se observa que durante la administración nacional a cargo de “Cambiemos”, a pesar del fuerte freno a la economía, la caída de los salarios reales y la restricción monetaria, la inflación anual continúa en niveles elevados. Agrego la serie de Ciudad de Buenos Aires (IPCcaba) para los meses en que no hubo publicación por parte del INDEC. Llama la atención cómo las estimaciones oficiales y de PRICESTATS, según datos publicados durante este año, rápidamente descienden a valores menores al 25%. Mientras que el IPCDR encuentra el 30% como piso (Azul: IPCDR, Rojo: INDEC, Rojo punteado: IPCcaba, Verde: PRICESTATS).

Canasta Básica de Alimentos (CBA)
El INDEC, en 2016, cambió la forma de medir la Canasta Básica de Alimentos (CBA), alterando la composición en algunos rubros, incorporando más alimentos (como manteca, fiambres, condimentos y yogur) y bebidas (en particular alcohólicas, como la cerveza y el vino). Esto hace que la nueva CBA resulte más cara que en el cálculo anterior y, por tanto, se incrementa la cantidad de personas que caen por debajo de las líneas de indigencia y pobreza, únicamente por el cambio metodológico.
La CBADR es una estimación propia del valor de la canasta que mide el INDEC. Es decir, se toman los mismos bienes con sus respectivos volúmenes y se valúan a los precios promedio del mes con los que nos hemos encontrado al realizar las compras familiares.
Tabla de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) a Octubre de 2017
FUENTE
Nivel CBA
Variación mensual
Variación anual
CBADR (mi hogar)
$ 1.779,78
-1,98 %
25,04 %
$ 2.049,39
1,36 %
19,76 %
$ 1.915,63
1,6 %
12,4 %
INEDEP es el Instituto de Estadísticas del Defensor del Pueblo de Córdoba
(*) Los datos son de Septiembre 2017
Es decir que, siguiendo las estimaciones propias, la canasta básica familiar más comúnmente utilizada ascendió a $ 5.499,53 en el pasado mes. Dicho monto representa el volumen de ingresos que, como mínimo, necesitó un grupo familiar para no ser indigente ($44,35 por día por persona). (A continuación se muestran; Azul: CBADR 2016 (nueva metodología), Azul punteada: CBADR (metodología anterior), Rojo: INDEC, Verde: Defensor del Pueblo de Córdoba.

Los mayores aumentos anuales los he registrado en los rubros Yogur (86%), Manteca (80%) y Papa (76%). A continuación, las variaciones interanuales. Históricamente, las estimaciones propias se han asemejado bastante a las del Defensor del Pueblo de Córdoba, estimo que la brecha que se abrió en los últimos dos meses será pasajera.

El apoyo del FMI a la política nacional
Hace unos días, el director del FMI para la región occidental, Alejandro Werner, dijo que el BCRA se mueve de manera “correcta” con un paquete de políticas (en torno a las Metas de Inflación) que ya ha funcionado en otros países (aquí).
Hay que tener en cuenta que los anuncios de las Metas de Inflación en Argentina han sido mucho más “atrevidos” que en esos otros países. Acá se anunció que al tercer año de la puesta en marcha de la política monetaria, ya contaríamos con inflación anual de un dígito. Un plazo mucho más corto que el prometido en esos otros países. Por cierto que, en los otros países latinoamericanos, el anuncio falló al menos en los dos primeros años de las Metas de Inflación.
A)                 Ya podríamos discutir por qué el FMI dice lo que dice, si bien el informe aún no está completo y publicado.
Que el BCRA se mueva de manera correcta es un punto de vista particular, porque ¿correcta para quién? El BCRA anunció la semana pasada que subía las tasas de interés debido al impacto de las tarifas de servicios públicos sobre el IPC.
1)      Los nuevos cuadros tarifarios podemos pensar que representan una pérdida para el salario real de quienes viven de su trabajo y pérdida para ciertas empresas sin suficiente poder de mercado que ven comprometidos sus balances, al no poder trasladar a precios la suba de dichos costos. Al tiempo que se beneficia a las empresas (monopólicas u oligopólicas) que proveen estos servicios.
2)      El incremento de las tasas de interés, podemos pensar que perjudica las posibilidades del crédito para personas trabajadoras y/o empresas que necesitan de un financiamiento externo. Al tiempo que se beneficia la acumulación de capital financiero, potenciando “la timba” como alternativa ante cualquier inversión productiva.
Visto de esta manera, podemos asegurar que la gran política nacional es, lisa y llanamente, una fenomenal transferencia de ingresos. Es lo que ha pasado en países como México, Colombia, Brasil y Chile.
B)                 Por otro lado, el funcionario del FMI, dijo que: “A veces, estando muy metidos en el ámbito local, perdemos la perspectiva de que un país con inflación del 20% es una anomalía”. Lo cual sería como decir: nosotros que lo vemos de afuera lo tenemos claro, ustedes desde adentro no pueden ver, están ciegos. Pues, se deduce que ¡debemos hacerle caso a los que ven las cosas con claridad!
Descartando el nivel de arrogancia y autoritarismo con el que se caracteriza esta entidad en sus recomendaciones de política, quisiera puntualizar dos cosas para la discusión:
1)      Primero, la necesidad de estudiar la inflación como un fenómeno multicausal. Que no sólo tiene componentes meramente económicos sino que además, y sobre todo, posee elementos políticos. Requiere una mirada interna del fenómeno.
2)      Segundo, que las características particulares de un fenómeno, en un momento determinado y situado, debe ser estudiado desde adentro. Justamente, sólo el análisis del particular proceso de acumulación capitalista argentino, con sus múltiples componentes sociales, políticos, culturales y demás, nos pueden guiar de una mejor manera en las luchas que emprendemos como trabajadores y trabajadoras.
Y las inversiones ¿para cuándo?
Por último, Werner habla de un “rebote de la inversión”, como fruto del camino correcto de la política antiinflacionaria. Si bien sería bueno discutir esto con el informe final del FMI en mano y, quizá, haga falta un análisis pormenorizado de sector por sector productivo, acá hice algunos cálculos de la macro que nos pueden servir como puntapié. (Las series surgen usando datos oficiales, a valores corrientes, con base en 2004).
Observando la variación interanual, tanto si tomamos la inversión total que incluye la construcción (ICC azul) como la inversión en equipo durable (ED roja), no parece existir un buen desempeño en dichas variables, de hecho la ED roja cae sostenidamente desde el primer trimestre de 2016.

Menos aún podemos hablar de un cambio en el desempeño si analizamos a la inversión como porcentaje del PIB, tanto incluyendo la construcción (ICC/Y) como si medimos la inversión en equipo durable (ED/Y).

Por último, tampoco parece existir una relación inversa entre precios e inversión. Si comparamos las variaciones interanuales del equipo durable en relación al PIB (ED/Y roja) con las variaciones en el índice de precios implícitos del PIB (P azul) notamos esto. Incluso la baja de la inversión en equipo durable en relación al PIB (desde principios de 2016) se da en un contexto de desinflación.


Para que no nos comamos cualquier verso, es importante que en nuestros colectivos organizados discutamos y nos acerquemos lo más posible a la comprensión de estas realidades para saber dónde estamos, con qué y con quienes contamos y cuáles son las estrategias de quienes tienen intereses que entran en contradicción con los nuestros.

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Datos personales

Córdoba, Argentina
Licenciado en Economía. Desempeño tareas de docencia, extensión e investigación en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba