Para Inflación_Verdadera la
inflación anual en el mes de julio se ubica en 37,885%, retrocediendo por
segundo mes consecutivo.
Mientras que el INDEC al publicar el IPCNU, dice que la variación del
índice es de 1,4% mensual. De continuar a este ritmo, a diciembre nos
encontraríamos con una inflación anual del 25%. Si nos basamos en los datos
publicados en los últimos 12 meses, y si la canasta de bienes medida fuese la
misma, diríamos que la inflación anual que debería anunciar el organismo
oficial sería de 22,304% (ésta es la serie graficada más abajo).
El IPCDR se estabiliza y se ubica en 30,146% anual (2,561% mensual y 24,9%
acumulado en lo que va del año). Los mayores aumentos entre jul-13 y jul-14 los
he registrado en Vestimenta (76,44%), Carnicería (77,75%) y Verdulería (67,77%).
A continuación muestro las series comparadas desde dic-11, se observa
cómo a partir de mayo de 2013 el IPCDR se despega de la estimación oficial y se
acerca a las alternativas. Aunque en los últimos meses finaliza en una posición
intermedia.
En cuanto a la canasta básica de alimentos (CBA), la medición propia
muestra también un incremento significativo, de un 56,83% (la variación anual
más alta desde que realizo mis cálculos) respecto a julio del año anterior. La
CBA de un adulto ascendió a $751,19 por lo que aumentó en 4,75% en el último
mes, es decir que una familia compuesta por un matrimonio tradicional y dos
hijos necesitó $2321,18 en julio último para no ser indigente ($18,72 por día
por persona). A su vez, como el INDEC dejó de publicar la CBA, si la CBA
oficial hubiese aumentado al ritmo del rubro alimentos informado en el IPCNU,
el nivel que debiera informar el organismo oficial sería de $290,22. Es decir
que una familia tipo habría necesitado $896,79 ($7,23 por día por persona)
(Azul: CBADR, Rojo: INDEC, Verde: IBP o índice barrial de precios del Cippes empalmado con las series del
Defensor del Pueblo de Córdoba).
Los mayores aumentos anuales los he registrado en los rubros Papa (169%),
Quesos (125%) y Bebidas edulcoradas (125%).
Aunque para algunos analistas, el default traerá como consecuencia una
mayor emisión y ello más inflación (ver nota aquí), visión
mayoritaria y dominante, que es y ha sido ampliamente criticada por quienes
buscan analizar la economía desde una perspectiva más social, desde este blog
me animo a aseverar que la misma no se acelerará, salvo que las autoridades
decidan mover el tipo de cambio. Esto es debido a que la mayoría de los
acuerdos de salarios ya se cerraron en torno al 30% y (sin shocks de precios
internacionales) sólo una devaluación agitaría nuevamente las pujas
distributivas (o carrera precios-salarios) que dinamizan el nivel de precios de
la economía.
La visión mayoritaria y dominante es la que lleva a analistas vinculados
al poder financiero a proponer políticas para que el costo lo paguen los de
abajo (Espert propone echar empleados públicos y bajar salarios, ver aquí).
Éstas son las cosas, entre otras, que me hacen darle la razón a HJ Chang que, en su libro “Bad Samaritans”, expresa que más que
tenerle miedo a la inflación, hay que temerle a las políticas que se proponen
desde algunos sectores.
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