Mientras que el INDEC al publicar el IPCNU, dice que la variación del
índice es de 1,3% mensual. De continuar a este ritmo, a diciembre nos
encontraríamos con una inflación anual del 24,4%. Si nos basamos en los datos
publicados en los últimos 12 meses, y si la canasta de bienes medida fuese la
misma, diríamos que la inflación anual que debería anunciar el organismo
oficial sería de 22,911% (ésta es la
serie graficada más abajo).
El IPCDR vuelve a elevarse y se ubica en 34,523% anual (2,104% mensual y 27,4% acumulado en lo que va del
año). Los mayores aumentos entre ago-13 y ago-14 los he registrado en Vestimenta
(136,85%), Servicios-Impuestos (90,29%), Carnicería (70,53%) y Verdulería (69,19%).
A continuación muestro las series comparadas desde dic-11, se observa
cómo a partir de mayo de 2013 el IPCDR se despega de la estimación oficial y se
acerca a las alternativas.
En cuanto a la canasta básica de alimentos (CBA), la medición propia
muestra también un incremento significativo, de un 44,11% respecto a agosto del
año anterior. La CBA de un adulto ascendió a $694,80 por lo que disminuyó en 7,51% en el último mes, es decir que
una familia compuesta por un matrimonio tradicional y dos hijos necesitó $2146,93
en agosto último para no ser indigente ($17,31 por día por persona). A su vez,
como el INDEC dejó de publicar la CBA, si la CBA oficial hubiese aumentado al
ritmo del rubro alimentos informado en el IPCNU, el nivel que debiera informar
el organismo oficial sería de $293,71.
Es decir que una familia tipo habría necesitado $907,55 ($7,32 por día por
persona). Para las estimaciones del Defensor del Pueblo de Córdoba, la CBA
ascendió a $929,95 (Azul: CBADR,
Rojo: INDEC, Verde: IBP o índice barrial de precios del Cippes empalmado con las series del
Defensor del Pueblo de Córdoba).
Los mayores aumentos anuales los he registrado en los rubros Papa (217%),
Quesos (117%) y Bebidas edulcoradas (125%).
En una nota en un blog “racional” (ver) se hace
abuso de Keynes diciendo que “El enfoque keynesiano busca asegurar que la demanda
no sea inferior a la oferta. Los Kirchner han asegurado que la demanda sea muy
superior a la oferta”. Recordemos
que Keynes va contra la llamada Ley de Say, la cual dice que la oferta crea su
propia demanda. Es decir, contra la idea de que la oferta agregada es la que
impulsa el crecimiento. Keynes, con su teoría de la demanda efectiva, creía que
es la demanda la que impulsa el crecimiento.
Pero ¿cómo podemos saber si la
demanda está superando a la oferta? ¿Cómo podemos saber si los productores no
dan abasto en relación a lo que piden los consumidores? Bajo la visión
“racional” neoclásica esto sucede cuando se produce inflación, puesto que,
debido al trasfondo microeconómico marginalista, el aumento de precios es debido
a incrementos en la demanda. Bajo la visión “poco racional” postkeynesiana, la
inflación tiene varias causas, quizá la más importante es la puja distributiva
o carrera precios-salarios. Algunos autores destacan la aparición de inflación
de demanda cuando el nivel de utilización de la capacidad instalada se acerca a
un umbral crítico.
Hoy, según datos del INDEC, esa utilización ronda el normal
nivel del 70%. Es decir que las empresas no parecen estar sin capacidad de
abastecer la demanda. Por lo que me inclino a pensar que se están cumpliendo
las observaciones del modelo de precios que deviene de Kalecki (economista
polaco contemporáneo a Keynes que publicara antes que éste una teoría de la
demanda efectiva superior, a mi parecer, en varios puntos), donde las empresas
reservan un nivel de capacidad instalada para hacer frente a los típicos
vaivenes de la demanda. Es por esto que sostengo que, para el proceso
inflacionario actual, se deberían buscar otras causas distintas de las
presiones en la demanda y dejar de proponer simplemente controles a la emisión de
dinero y al gasto público.
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