Mientras que el INDEC al publicar el IPCNU, dice que la variación del
índice es de 1,0% mensual y por primera vez publica la inflación anual que es de
23,9%.
El IPCDR cierra el 2014 en 30,867%
anual. Los mayores aumentos entre dic-13 y dic-14 los he registrado en Vestimenta
(145,16%), Servicios-Impuestos (87,72%), Transporte (76,64%) y Almacén (73,08%).
A continuación muestro las series comparadas desde dic-12, se observa cómo
a partir de mayo de 2013 el IPCDR se despega de la estimación oficial y se
acerca a las alternativas. Por otro lado, queda claro el golpe inflacionario
que significó la importante devaluación de enero de 2014, puesto que todas las
estimaciones dan un salto a valores más elevados.
En cuanto a la canasta básica de alimentos (CBA), la medición propia
muestra un incremento de 28,07% respecto a diciembre del año anterior. La CBA
de un adulto ascendió a $785,50 por
lo que aumentó en 6,58% en el último mes, es decir que una familia compuesta por
un matrimonio tradicional y dos hijos necesitó $2427,18 en diciembre último para no ser indigente ($19,57 por día
por persona). A su vez, como el INDEC dejó de publicar la CBA, si la CBA
oficial hubiese aumentado al ritmo del rubro alimentos informado en el IPCNU,
el nivel que debiera informar el organismo oficial sería de $305,63. Es decir que una familia tipo
habría necesitado $944,39 ($7,62 por día por persona). Para las estimaciones
del Defensor del Pueblo de Córdoba la CBA ascendió a $992,76 (Azul: CBADR, Rojo: INDEC, Verde: Defensor del Pueblo de
Córdoba).
Los mayores aumentos anuales los he registrado en los rubros Legumbres
secas (150%), Quesos (132%) y Bebidas edulcoradas (117%). Hay tres rubros que
muestran un descenso en los precios comparando contra diciembre de 2013; Papa
(-30%), Harina de trigo (-9%) y Pan (-9%).
El año 2014 arrancó con una devaluación que evidentemente impactó en
precios, las respuestas de política eran aumento de tasas de interés por parte
del Banco Central y propaganda de Precios Cuidados por parte del Ejecutivo. En
el post de mayo destacábamos el sesgo recesivo de la política, lo cual quedaba
plasmado en los datos de crecimiento. Hacia julio destacábamos que las políticas
antes mencionadas lograban reducir la inflación mes a mes. Ya en agosto, con la
euforia del default técnico, desafiábamos (aquí)
la apreciación de algunos especialistas (aquí)
que decían que la inflación se aceleraría, como dije en aquella ocasión, no se
aceleró porque no hubo nueva devaluación de importancia. En la recta final
estuvimos haciendo algunas consideraciones teóricas que me parecen importantes
para discutirlas, en este año seguiremos proponiendo el debate.
La sensación
que tengo para los próximos meses de 2015 es que el gobierno nacional pedirá
racionalidad en paritarias porque la inflación está bajo control, mientras que
los actores económicos, como los sindicatos, presionarán diciendo que los datos
del INDEC aún no son confiables y que el salario ha sido corroído por la
inflación de 2014.
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