Para Inflación_Verdadera la
inflación anual en el mes de marzo se ubica en 27,147%. No se han publicado los datos de abril.
Mientras que la variación del IPCNU oficial es de 1,1% mensual y de 15,8% anual.
Por su parte, el IPCDR aumentó en 1,304% mensual, alcanzando un 14,54% anual, el registro interanual
más bajo desde mayo de 2013. El valor se encuentra nuevamente por debajo de la
medida oficial. Los mayores aumentos entre abr-14 y abr-15 los he registrado en
Vestimenta (95,34%), Librería (81%), Almacén sin alimentos (88,58%) y Transporte
(67,23%).
A continuación muestro las series comparadas desde dic-12, se observa cómo
a partir de mayo de 2013 el IPCDR se despega de la estimación oficial y se
acerca a las alternativas. Queda claro el golpe inflacionario que significó la
importante devaluación de enero de 2014, puesto que todas las estimaciones dan
un salto a valores más elevados. Y también la relativa tranquilidad actual, ya
que las estimaciones calculan un freno en el crecimiento de los precios.
En cuanto a la canasta básica de alimentos (CBA), la medición propia
muestra un incremento de 27,36% respecto a marzo del año anterior. La CBA de un
adulto (representativo) ascendió a $802,23
por lo que aumentó en 2,10% en el último mes, es decir que una familia
compuesta por un matrimonio “tradicional” y dos hijos necesitó $2478,91 en abril pasado para no ser
indigente ($19,99 por día por persona). A su vez, como el INDEC dejó de
publicar la CBA, si la CBA oficial hubiese aumentado al ritmo del rubro
alimentos, comunicado en el IPCNU, el nivel que debiera informar el organismo
oficial sería de $316,46. Es decir
que una familia tipo habría necesitado $977,88
($7,89 por día por persona). Para las estimaciones del Defensor del Pueblo de
Córdoba la CBA ascendió a $1046,86 por
lo que también aumentó en 2,71% (Azul: CBADR, Rojo: INDEC, Verde: Defensor del
Pueblo de Córdoba).
Los mayores aumentos anuales los he registrado en los rubros Dulces (140%),
Té (102%) y Vinagre (98%). La Harina de trigo continúa más barata que hace un
año (-19%), a la que se suma la Papa (-31%). A continuación, las variaciones
interanuales.
Con las elecciones en vista, en un blog de economía ortodoxa se indica (aquí)
que los votantes deberían elegir al candidato que explique cómo bajará el
déficit. La secuencia es que la disminución del déficit hará que el Banco Central
emita menos billetes y eso controlará la inflación. Por otro lado, la política
de eliminación del déficit fiscal será expansiva, puesto que ordenando las
cuentas públicas la tasa de interés caerá y eso mejorará la inversión y el
consumo.
Ya me he expresado en otros post (por ejemplo acá
y acá)
acerca de la visión poskeynesiana que indica que, en primer lugar, el Banco
Central no controla la oferta de dinero de la economía y, en segundo lugar, no
es que el aumento en la oferta monetaria eleve los precios, sino que el aumento
de los precios eleva la cantidad de dinero.
Además ahora me detengo en la influencia del déficit público en el
crecimiento de la economía. A su vez, intentando rescatar a un gran autor como
es Michal Kalecki.
Nos enseña Julio_López_Gallardo
que aunque muchas veces la política
de déficits es adjudicada a Keynes, hay que
decir que no fue el primero en hacer esta recomendación y además lo recomendaba
como una política de última instancia para luchar contra el desempleo. Fue más
bien Kalecki quien
invocó persistentemente la utilización de los déficits. El mismo dice que para
mantener el pleno empleo el déficit podría continuamente crecer siempre y
cuando no se incremente la carga de la deuda nacional, el ratio deuda PBI. Incluso
un aumento de los intereses sobre la deuda nacional como porcentaje del
producto no tiene por qué implicar ningún tipo de perturbación de la producción
y el empleo si se financia con un impuesto sobre el capital, que grava la
riqueza. Para Kalecki, cuando la distribución del ingreso es desigual, y la
situación política permita el pleno empleo acoplado con una mayor justicia
social, entonces la expansión de gasto público financiado con más impuestos que
graven las ganancias y los ingresos de los estratos más altos debería ser la
política preferida.
En ambos casos podemos encontrar
candidatos que cumplan en más o en menos con las propuestas teóricas. Pero hay
que tener en cuenta que también, en ambos casos, el camino es fortalecer el
proceso de acumulación capitalista que tanta exclusión y degradación genera.
En
mi opinión estamos en hora de construir y fortalecer alternativas a la lógica
capitalista. Podemos pedirles por dichas alternativas a los candidatos. Pero
también, y mejor, podemos arremangarnos y empezar a construirlas y
fortalecerlas nosotros mismos.
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